Sunday, May 30, 2010

"El silencio, un camino de libertad”

El silencio es sin duda un camino de libertad. Y no sólo para los monjes y las monjas, para las personas que viven en el claustro, en una vida dedicada a la plegaria de adoración y de intercesión por las necesidades de la Iglesia y del mundo. El silencio, que es invitación a la interioridad, a la reflexión y a la vivencia religiosa es un valor universal, para todos los cristianos. Y aun se podría decir, para todos los creyentes y para todos, aunque no sean creyentes.”


En el silencio de nuestros claustros interiores podemos ser testigos silenciosos de que en medio de los acontecimientos diarios, a veces bastante turbulentos, el único apoyo que no vacila jamás es Dios, roca inquebrantable de fidelidad y de amor. Muchos nos entregamos a la plegaria perpetua en el silencio de nuestros corazones. Y es allí donde Jesús mismo nos encuentra y acompaña a diario en el caminar inquieto de este mundo.


En el interior de nuestro ser con el silencio de nuestra oración nos unimos a Jesús. En éste, Su lugar de predilección, logramos la libertad al entregarnos plena y absolutamente al plan divino alabando siempre a un Dios Trino; Padre, Hijo y Espíritu Santo; misterio de amor que habita en los cielos y en nuestro corazón. Amen.