(celebremos la Anunciación del Señor...)
Estaba María santa
contemplando las grandezas
de la que Dios sería
Madre santa y Virgen bella.
El libro en la mano hermosa,
que escribieron los profetas:
cuanto dicen de la Virgen
¡oh qué bien que lo contempla!
Madre de Dios y virgen entera,
Madre de Dios, divina doncella.
Bajó del cielo un arcángel,
y haciéndole reverencia,
Dios te salve, le decía,
María, de gracia llena
Admirada está la Virgen
cuando al Sí de su respuesta
tomó el Verbo carne humana,
y salió el Sol de la estrella.
Madre de Dios y virgen entera,
Madre de Dios, divina doncella. Amén