Oremos en familia. Si damos unos breves momentos a orar en familia (una oración espontánea o un “Padre Nuestro” o un “Ave Maria”…o un simple “Gracias a Dios por este día que comienza…”.) el tiempo hasta parece sobrarnos. ¿Por qué es así? A mi modo de entender las cosas; puedo afirmar (en experiencia propia) que Dios sí cuida de nosotros y ve porque nada (necesario) nos falte, cuando atendemos a sus asuntos: como es el orar (a solas, con el cónyuge y en familia). Es más, Dios mismo nos lo ha dicho (revelado en la Biblia) que no debemos preocupemos en las cosas de esta vida.
El salmo 121 nos recuerda que: “Dios jamás permitirá que sufras daño alguno…”
En mi familia yo he vivido muchos golpes duros (por decir). Y sin embargo, nada me ha faltado…y lo poco que tengo lo reparto y comparto…y hasta me queda un poquito de más siempre.
Dios conoce nuestros corazones y sabe las intenciones que llevamos…Entre más amor le pidamos…más amor tendremos para repartir a “manos llenas” a los demás. Esta es mi oración para mi familia (y para la tuya) en este tiempo y para siempre:
“Dios Padre eterno, llena nuestros corazones con tu amor que es infinito. Y esto es suficiente para nosotros. Con Tu gran amor nada nos faltará. Con Tu gran amor iluminaremos al mundo que aún no te conoce…Permítenos ser las velas encendidas de amor en el mundo tan necesitado de amor y acompañamiento. Te lo pedimos por tu hijo y nuestro hermano, Jesucristo. Amén.”