Hoy celebramos la natividad de la Virgen María, Madre de Dios y su inmaculada concepción. Hoy ha de venir al mundo en su cuerpo o sea corporalmente, sin mancha alguna porque así lo dispuso el Padre. Cuando veneramos y celebramos la pureza de María, nos hacemos más hacia la naturaleza del Creador. María nos consigue llegar mas allá de nuestras tendencias golpeadas por el pecado. Ella nos sabe conducir al Hijo. Unidos los tres llegamos a nuestro destino en el Seno de Dios. ¡Dios te salve Reina y Madre y Abogada nuestra en este tu día especial! Ora por nosotros los desterrados hijos de Eva. Amén.
