Hay que vivir entregados por completo a cada momento,
sin desperdiciar ninguno.
porque en cada momento
se nos ofrece una única oportunidad
para amar y ser amados.
Pero este vivir y esta entrega
deben estar unidos al plan divino de Dios Padre,
para así cumplir con la necesidad interior por la cual fuimos creados
de ser poseídos por el Amor en Dios
para toda una eternidad.
Se debe obrar con el corazón expuesto
ya que Dios conoce nuestras verdaderas intenciones.
Caminemos con nuestra fe
'enganchada' en el Crucificado,
quien nos muestra lo que significa
la verdadera entrega y Amor.
Pidamos estar siempre vacíos
de cualquier impureza temporal
para así, poder ser llenados de los tesoros
del Infinito y Eterno.