Dios está aquí, que hermoso es;
El lo prometió donde hay dos o tres.
Quédate Señor,
quédate en cada corazón…
quédate Señor en mí.
¡Oh Cristo mío!
Haz de mi alma un altar…
para adorarte con devoción,
para beber del agua de la vida
y así calmar mi pobre corazón.
El Espíritu de Dios se mueve, ¡se mueve!
El Espíritu de Dios se mueve…
dentro de mi corazón.
¡Oh hermano, deja que se mueva
dentro de tu corazón también!